Resumen

Factores protectores y factores adversos en la cultura de la seguridad y la gestión diaria de la seguridad en el lugar de trabajo de una empresa de fabricación de muebles metálicos y de madera del Valle del Cauca entre los años 2015 y 2019 En Colombia sigue aumentando la afiliación y cotización al Sistema General de Riesgos Laborales, con más de un 8% en la afiliación de trabajadores, un 7% en la afiliación de empresas y más de un millón de empresas afiliadas en el primer semestre de 2022. Cada vez es más común que los trabajadores de los diversos sectores y actividades cuenten con los servicios asistenciales y prestacionales, siendo 11,5 millones los trabajadores amparados en riesgos laborales, de los cuales 1,1 millones son trabajadores independientes, en el segundo semestre de 2022. Por ello, se hace necesario seguir sensibilizando a empleadores, trabajadores y sociedad civil sobre la importancia del cumplimiento legal y la implementación idónea, desde el año 2015, de los sistemas de seguridad y salud en el trabajo (SG-SST), orientados a identificar peligros, valorar riesgos y efectuar controles, que impacten al disminuir accidentes de trabajo, gravedad de las lesiones, ausentismo laboral y desconfianza en la ciudadanía. En Colombia, el acatamiento de estas normas en salud ocupacional inició en 1915, no sólo como un aspecto moral y político, sino como un hecho de índole social y cultural que, desde 1979 con la Ley 9a y el estatuto de seguridad industrial de la Resolución 2400, está determinado como la columna vertebral del Sistema General de Riesgos Laborales. Esta parte fundamental de la legislación colombiana expresa el hecho de ciudadanía (en el estado social de derecho) y de humanidad (de los derechos humanos) de proteger, velar y garantizar la dignificación y la decencia del trabajo, y el mejoramiento de la justicia y la convivencia, el bienestar y la calidad de vida de los trabajadores de los sectores formal e informal de la economía colombiana. Por esto adquiere una relevancia crucial revisar, adoptar, adaptar y aplicar técnicas de revisión, prevención, protección y promoción de la salud, la seguridad y el bienestar en el trabajo. Una buena gestión empresarial de controles de los peligros, riesgos, exposiciones e interacciones sociales en el trabajo suele contar, con complacencia, con las opiniones de los trabajadores en todos los niveles de la organización, para la justificación y toma de buenas decisiones, y la planeación y seguimiento de buenas actuaciones. La construcción colectiva y diaria de hechos de confianza mutua y cooperación, de equidad y generosidad impactan con provecho la cultura empresarial, lo que resulta siendo la única forma creíble y útil de conseguir y mantener sostenibilidad, rentabilidad y creación de empleo decente.