Este artículo pretende analizar la suposición de que las medidas fiscales de estímulo adoptadas por diversos países, especialmente Estados Unidos, durante la crisis de COVID-19, tuvieron un efecto importante en el ámbito laboral. Para esto se realizó un análisis comparativo y una exhaustiva investigación de las políticas establecidas por los gobiernos norteamericanos y el gobierno colombiano, además se realizó un estudio de datos macroeconómicos para determinar el impacto de las políticas. Finalmente se concluye que los paquetes de estímulos fiscales, al introducir fondos financieros en la economía, generaron un impulso en la demanda total al incrementar los gastos reales tanto en el consumo individual como en el empresarial. Esto a su vez promovió la inversión y contribuyó a la revitalización de la actividad económica