En Colombia, al igual que en la mayoría de los países en desarrollo, los sistemas de distribución y comercialización de los alimentos básicos presentan serias deficiencias. Sin duda, estas deficiencias contribuyen al encarecimiento relativo de estos bienes- lo que atenta contra el grado de seguridad alimentaria de los grupos sociales más pobres además de obstaculizar el proceso de mejoramiento de los niveles de ingreso real de estos grupos.