Resumen en español

La publicación en el año 2007 del CONPES 1746 fue el detonante que permitió mínimos de unidad de las organizaciones de Buenaventura con enfoque etnicoterritorial alrededor del Comité Interorganizacional por la Defensa de los Territorios Ganados al Mar. En el CONPES se plantea la construcción de 3400 viviendas dentro de lo que se denomina Macroproyecto de Vivienda de Interés Nacional San Antonio para el sector de bajamar, y un Malecón Perimetral en las áreas desocupadas de bajamar, como estrategia, para que la gente reubicada no retornara. Esta doble connotación del CONPES 1746 levantó sospechas de las organizaciones etnicoterritoriales, en la medida que vieron el macroproyecto de vivienda como un comodín para lo que realmente se pretende: Desalojar mediante la promesa de una vivienda de cemento a cerca de 110 mil personas que viven frente al mar, y dar paso, a la par con el “embellecimiento” urbano, a la construcción de obras de ampliación y construcción de nuevos puertos. Este nuevo escenario provocó una reorganización al interior de los barrios de bajamar en torno a acciones colectivas con enfoque étnico y territorial, construidas en medio de la espiral de violencia que azota a Buenaventura y en abierto desafío de los discursos desarrollistas publicitados desde los centros de poder que se tomaron los imaginarios de las instituciones locales. Este será el punto de partida de la presente investigación que fluctúa entre la construcción de nuevos discursos y resignificaciones etnicoterritoriales por parte de las organizaciones frente a las políticas públicas desarrollistas en torno al potencial portuario y turístico, planteadas y ejecutadas por el Estado. Discursos y acciones que han develado el lado oscuro del desarrollismo, así como las distintas visiones desde lo etnicoterritorial que se construyen desde diversas miradas, y no precisamente convergentes.