El trauma grave a nivel mundial es considerado una de las principales causas de muerte y discapacidad, con una distribución desigual a nivel de los distintos países de América Latina, e incluso en el interior de cada uno de ellos. La medición de la discapacidad y las secuelas generadas es fundamental, sin embargo, no hay información sobre las secuelas a largo plazo de los pacientes y su entorno con una mirada biopsicosocial.