He escrito la presente monografía atendiendo el hecho de que en muchos sectores profesionales en Latinoamérica los profesores de lenguas no se han dado cuenta cabal de la utilidad práctica de ciertos avances en el campo de la lingüística. Por otra parte, también me ha impulsado el interés en presentar a mis colegas un resumen de estos avances, sus implicaciones prácticas y más que todo la esperanza de despertar en ellos una actitud crítica y analítica frente a sus propios problemas.