El mercado internacional ha ganado importancia, tanto por la capacidad para acelerar el desarrollo de los países, como por el hecho de ser soporte de las relaciones políticas de los mismos. La empresa colombiana no puede ser ajena a esta realidad y, por el contrario, debe aprovechar este momento de voluntad generalizada de los gobiernos para cooperar con los demás en el proceso de abrir sus mercados al intercambio internacional.