La valoración crítica que desarrolla esta reflexión se realiza mediante una aproximación interpretativa de la textualidad simbólica encarnada en la metáfora urbana del color blanco, cuya polisemia nominal da imagen a la ciudad de Popayán. Con ello se intenta, a su vez, situar una tentativa revisionista del estatuto cultural de la ciudad colonial. La interpretación que surge de ello atiende entonces a la semántica del color, a partir de pensar los significados semióticos desde una valoración del espacio urbano como región moral; ejercicio que procura interrogar el estatutosocial y los imaginarios jerarquizados de la gramática arquitectónica mediante la crítica de los dispositivos simbólicos del poder institucional, heredados de la tradición religiosa hispana.