El lenguaje como mecanismo de poder en la organización.
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Resumen en español
Dentro de la organización empresarial se presentan regularmente relaciones de poder, en la mayoría de los casos dichas relaciones se traducen en un lenguaje, que en ocasiones implícitamente y en otras explícitamente, ejercen control de manera efectiva sobre el personal, los lenguajes (corporal, escrito, visual, verbal y espacial) son eficaces a la hora de defender los intereses de la organización a la vez que desarrollan en los trabajadores sentido de pertenencia por una empresa, hecho que lleva al empresario a dominar de manera más fácil al trabajador. Lo anterior hace referencia a un ¿mecanismo de poder¿ en este caso el del lenguaje. Foucault fue uno de los autores que escogimos para explicar este término quien lo plantea desde diferentes puntos de vista, una de ellas por ejemplo fue el panoptismo mecanismo que ha pretendido dominar a la sociedad entre otras formas a través de la distribución espacial de las edificaciones. Él pone como ejemplo una cárcel, es inmensamente llamativo el hecho de que el vigilado no sabe en realidad si está siendo observado o no, pero por alguna razón que tal vez no comprende se comporta justo como se espera de él. Por esto se habla de un mecanismo de poder, porque es una herramienta poderosa para controlar a la sociedad. En la organización empresarial analizada encontramos un mecanismo de poder bastante efectivo, este es el lenguaje, que cumple sin duda la labor de vigilar, controlar y corregir al empleado de acuerdo a los intereses de los dueños. Nuestro interés se centra en el estudio del lenguaje cotidiano por que encierra relaciones de poder que condicionan de manera objetiva los comportamientos de los empleados, aspectos subjetivos como la comparación, la burla, la satanización, el humor y hasta el silencio se convierten en complejos lenguajes que sirven como mecanismos de control. También es de nuestro interés el lenguaje no verbal que se manifiesta en el espacio, porque en este se muestran relaciones de poder, a la vez que de solidaridad y egoísmo entre las personas que comparten y/o compiten por un lugar dentro de la organización.