Resumen en español

Introducción: Tradicionalmente las mujeres están a cargo de las prácticas alimentarias que garantizan la alimentación de las niñas y niños menores de 5 años, sin embargo, diferentes actores o situaciones del contexto colocan a la mujer latinoamericana en una condición desventaja al momento de configurarlas. Esta investigación abordó las prácticas alimentarias desde una perspectiva teórica socio ecológica y de la dinámica de las prácticas sociales. Objetivos: Explorar los elementos que conforman las prácticas alimentarias que llevan a cabo las mujeres a cargo del cuidado de niñas y niños menores de 5 años para garantizar su alimentación en América Latina. Métodos: Se llevó a cabo una revisión sistemática mixta de tipo integrado convergente a partir de la revisión de investigaciones publicadas de tipo cuantitativo, cualitativo y mixto disponibles en las bases de datos BVS, EBSCO, PUBMED, SCIELO. Resultados: Se incluyeron 26 documentos en idioma inglés, español y portugués que abordaron asuntos relacionados con prácticas alimentarias llevadas a cabo por mujeres con niñas y niños entre los 2 y 5 años, durante el periodo 2010 -2020 en América Latina. La extracción de datos incluyó la identificación de hallazgos cuantitativos que fueron calificados e identificación de hallazgos cualitativos que fueron calificados, posteriormente se integraron y se sometieron a análisis de contenido temático haciendo uso de Atlas ti. Los hallazgos se presentan en una síntesis temática cualitativa que incluye cuatro temas: 1. Las preferencias alimentarias de las niñas y niños, 2. Acceso físico y económico para el consumo de alimentos. 3. El saber hacer de la mujer para el acceso, preparación y consumo de alimentos, 4. El significado social, mujer responsable de la práctica alimentaria. Se describen los elementos y sus interrelaciones entre sí en función de los niveles individual, interpersonal, institucional/comunitario y políticas y sistemas del modelo socio ecológico y se clasifican según el tipo de elementos a partir de la propuesta de la dinámica de las prácticas sociales. Conclusiones: Las prácticas alimentarias se conforman por 34 elementos, la mayoría ubicados en un nivel interpersonal y comunitario/institucional, y de tipo material. Pocas investigaciones al momento de abordar asuntos relacionados con la alimentación planteaba elementos por fuera de los límites del hogar. La práctica alimentaria se asume como un proceso de interrelaciones complejas, donde la transformación de alguno de los elementos, explica el hecho que imperen ciertos hábitos alimentarios. No sólo se debe dejar en el panorama la discusión sobre cómo las desigualdades materiales y de competencia restringen el desarrollo de la práctica alimentaria, también se debe comprender el impacto que tienen en la vida de las mujeres quienes la asumen en el marco de la desigualdad de género. El enfoque de las capacidades de Nussbaum puede aportar a la distribución igualitaria de cargas relacionadas con la alimentación desde una perspectiva de género como complemento a las dos perspectivas teóricas que guiaron la revisión.