Resumen en español

En primer lugar, el presente trabajo responde a una inquietud filosófica que a nuestro criterio resulta indefectible en nuestros días. De forma general, diremos que ésta versa sobre la relación existente entre filosofía y economía. Para muchos no es un secreto que debido a la globalización algunas de las fronteras geopolíticas se han visto franqueadas y con ello se han dinamizado los modos y las experiencias de producción, la circulación de información, la interdependencia de los mercados, los trabajos, los estilos de vida, las relaciones comerciales, políticas, etc. (Cfr. Beck, 1998). No obstante, el objeto de mi reflexión no es la globalización y/o sus efectos, pues de ser así, tal vez este ejercicio distaría mucho de ser filosófico para transformarse en un análisis de corte predominantemente económico o sociológico, sin desconocer que, debido a nuestra metodología abarcante, estos enfoques gozarán de un altísimo grado de incidencia en nuestra digresión. Bajo esta perspectiva, cabe resaltar que la economía, jugando hoy un papel preponderante en la sociedad, debería estar en el centro de la reflexión filosófica, empero, la realidad dista mucho de ello y en su lugar esta ciencia ha sido trabajada mayoritariamente por sociólogos y/o economistas preocupados por su disciplina. Este trabajo se suscita a partir de un intento por abordar temas que resultan de vital importancia, como lo es, por ejemplo, la economía hoy en día, sobre todo a tenor de su importante incidencia en nuestra esfera social. Me excuso de antemano con quien pueda estar leyendo este documento, pues, la investigación aquí contenida es el resultado de explorar un campo basto y falto de estudio desde la filosofía. La articulación que aquí proponemos entre filosofía y economía, recurrirá a las ideas de Autores como: Tomas Samuel Kuhn6, principalmente a su idea de paradigma y ciencia normal; John Rawls y su principio de utilidad; Ekelund y Hébert con sus estudios históricos, pero generales, sobre economía; Jürguen Habermas y su principio de racionalidad instrumental; Émile Durkheim y su concepto del hecho social; entre otros tantos que irán apareciendo a lo largo de la presente digresión. Empero, y antes de continuar avanzando, me resulta forzoso aclarar que en este trabajo no se pretende llevar a cabo una evaluación y/o análisis exhaustivo, al arbitrio de un criterio filosófico, de todos los postulados de la economía, de su método o de sus teorías, mucho menos espero resolver los problemas que se presentan en una u otra disciplina. Por lo tanto, y en función de la naturaleza de un trabajo de grado, me permito circunscribir el tema de la presente propuesta a la siguiente intención: reconstruir de forma crítica el mainstream económico a la luz de una perspectiva filosófico abarcante.